BIOGRAFIAS

Isabel Acevedo Quezada , tiene 61 años, más conocida como Isabel la componedora de huesos, residente en el sector de San José, amante del campo y de su oficio, este le fue transmitido por su padre, quien a los 86 años por temas de salud dejo de arreglar huesos y le entrego la responsabilidad. Isabel a sus 18 años continúo con la tradición, en los primeros años solo arreglaba a vecinos del sector y uno que otro animal, al pasar los años su oficio y su nombre es reconocido en varios lugares de la región e incluso fuera de esta. Personas de otras regiones viajan exclusivamente para ser atendidos por ella. Isabel dueña de casa, madre y abuela, portadora de un oficio que al pasar los años se ha vuelto difícil de encontrar, pero ella en su afán de perpetuar las enseñanzas de su padre se mantiene y pretende seguir prestando ayuda a quienes se lo solicitan. Estas personas señalan que luego de ser arreglados sienten un alivio inmediato y que sus manos son realmente mágicas. Isabel reconoce y señala a sus pacientes que esto es un tipo de medicina alternativa y que en ningún caso reemplaza la medicina tradicional. Además ella ha sido dirigente de la junta de vecinos de su sector durante mas de 20 años, ejecutando diferentes iniciativas en beneficio de sus vecinos.

Aida Bernales Medina Siempre me ha hecho feliz trabajar apoyando a las personas en todo lo que este a mi alcance. Por ello he participado como dirigente de diferentes organizaciones como; presidenta, secretaria o tesorera. Mi primer cargo de presidenta fue el Centro de Madres que dirigía la esposa del alcalde de la comuna en los años 80. He sido presidenta de la Junta de Vecinos de mi sector El Rincón por varios periodos, además de secretaria y tesorera. El alcalde Ángel Cortes Martínez me destaco por ser la primera dirigente mujer de la comuna en los años 90. Actualmente soy presidenta del taller Las Carmelitas El Rincón y Cofenin de Ninhue, con el apoyo de las integrantes debido a problemas de salud que estoy pasando.

Dannae Vera Valenzuela, tengo 14 años, hija de Alejandro y Rosa, curso el primero medio en el Liceo Bicentenario Arturo Prat Chacón de Ninhue. Una de mis pasiones es el futbol, actualmente soy cadete del club deportivo Ñublense, estoy jugando en la categoría sub 16. Mis sueños son destacar en el futbol nacional e ingresar a la Policía de Investigaciones. Como joven ninhuana, creo que debemos aprovechar las oportunidades y tener el apoyo necesario para conseguir nuestros objetivos. Los sueños son para cumplirlos!

ISABEL TORO SILVA. Nací en Ninhue, el 22/08/1954.Soy hija de Rosa y Beño. Cursé mi enseñanza básica en la Escuela N-11 de Ninhue. Mi enseñanza media en el C.E.I.A. de San Carlos. Cursé estudios de Ped. En Castellano entre los años 1982 al 1986 en el IPROCH- Chillán. Me certifiqué, con un Diplomado en Gestión Cultural y Comunicaciones, de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Durante el desarrollo de mi vida laboral, en Santiago y como dirigente sindical me capacité en el manejo de leyes laborales. Mi versatilidad y los compromisos laborales me llevaron a adentrarme en un abanico de expresiones artísticas. Esto resultó en una expertiz en diferentes técnicas manuales. Pintura, bordado, tejido, cuelcha. También continué con la escritura, lo que hacía desde los 12 años. Escribo poesía, cuentos, canciones, guiones para teatro juvenil, títeres, sketch. He publicado en tres ediciones mi libro de poesía: Entre Rosas y Espinas. He publicado mi libro de poesía y canto: Andares del Sol. Está en proceso mi libro de cuentos: Hasta Donde Alcance la Memoria. Soy mamá de cuatro hijos y abuela de seis nietos. Me he insertado de nuevo en Ninhue y en el quehacer social de la comunidad, Poniendo a disposición de ésta sus saberes. Presido el Taller de Cultura y Manualidades, Los Naranjos. Soy secretaria de la Cámara de Turismo y Cultura de Ninhue. Estoy propuesta como miembro de la SECH, filial Ñuble y me he insertado en grupos de canto y poesía en Chillán. LO APRENDIDO SE COMPARTE O TE AHOGA EL ESPÍRITU.

Hilda Gutiérrez Bustos 40 años de edad, es una destacada mujer ligada a las tradiciones y costumbres campesinas de la comuna de Ninhue. Desde muy joven ha demostrado un fuerte vínculo con el mundo huaso, el cual ha cultivado junto a su familia. Comparte su vida con su pareja, Octavio Ortega, y juntos han transmitido ese amor por la cultura rural a su hijo Cristopher, de 14 años, quien también participa activamente en actividades huasas y campesinas. El 28 de agosto de 2024 marcó un hito en su vida y en la historia de la comuna, al asumir la presidencia del Club de Huasos “Buenos Amigos” de Ninhue. Su elección no solo representó un reconocimiento a su compromiso y liderazgo, sino que también la convirtió en la primera mujer en la comuna de Ninhue en ocupar este importante cargo, abriendo camino para futuras generaciones y demostrando que la tradición huasa puede ser guiada con la misma fuerza y pasión tanto por hombres como por mujeres. Su trayectoria se ha caracterizado por el respeto a las costumbres campesinas y el profundo amor por la identidad cultural chilena, contribuyendo con dedicación y esfuerzo a preservar y difundir las tradiciones que forman parte del alma del mundo rural. Gracias a su espíritu de liderazgo y vocación de servicio, Hilda Gutiérrez Bustos se ha transformado en un ejemplo para su comunidad y en un referente dentro del ámbito huaso local.

Ana Clara Pinto Nació en un pequeño pueblo llamado Santa Clara hace 68 años. Desde pequeña se sintió atraída por la enseñanza y jugaba con sus amigos a ser profesora. Además, siempre sintió el llamado para trabajar en la capilla de su pueblo. La Educación Media la realiza en Santiago y estudia pedagogía en Castellano en el Instituto Profesional de Chillán, actual Universidad de Bío Bío. El año 1986 inicia su carrera docente en el Colegio San Buenaventura de Chillán, luego en 1988 ingresa a trabajar en la municipalidad de Pemuco hasta 1991. A partir de 1992 y hasta el presente se desempeña como docente del Liceo Arturo Prat Chacón de Ninhue, donde ha realizado diferentes actividades, ejerce como profesora de castellano. Encargada de Orientación, Asesora del Centro de Alumnos, encargada del internado de varones y en la actualidad Encargada de Convivencia Educativa. Entre sus habilidades personales que han marcado su vida profesional y personal, destacan la capacidad de acoger, escuchar y apoyar a los estudiantes y a las personas que requieran de ella. Es comprometida con sus ideales y respetuosa de las personas y sus opiniones, aunque sean totalmente diferentes a sus puntos de vista. Es profesora por vocación. Su sueño es que todos sus exalumnos y alumnos luchen por ser felices en lo que eligen, hacen y viven.

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Filomena Parra Parra Tengo 80 años. Mis papás fueron Ester del Carmen Parra y Luciano Parra, heran de los mismos Parra! Fueron primos hermanos con la Violetita. Yo alcancé a conocerla, estaba chica cuando la escuchaba cantar, lo hacía tan lindo, ella vino a cantar aquí a Coyanco Cerro. Yo vivía más arriba, al fondo del cerro ¡bien arriba! Aquí abajo, vivía mi marío, él me trajo paca Cuando chica soñaba que volaba de mi casa paca y miraba por la barranca como iba volando, me gustaba volar. La gente antigua decía que cuando se soñaba con eso, pal lado que se volaba, se iba a vivir. Y así volé pa a estar en esta tiera. Antes era muy santa la tierra, la gente no le echaba nada. daba gusto ver la siembra, el trigo crecía bonito Pero era harto sacrificado, cuando terminaba el trabajo aquí, los hombres tenían que salir a buscar trabajo afuera, iba a cortar trigo a Chillán, semanas enteras se perdía. Las mujeres quedaban aquí colchando, viendo a los niños y antes sí que se tenían muchas criaturas, una piñá, de once a quince hijos. Al mirar para atrás, parece que fuera mentira, antes las casas no eran como las de ahora, se hacían ranchitos de techos con paja de trigo ¡Yo no sé cómo lo hacían para que no se llovieran por dentro! ¡porque no pasaba el agua! Recuerdo que los muros eran ramas de litre, las paraban y las afirmaban con tierra en el piso. En esa casa me crié con mis diez hermanos. Yo nací con la cuelcha, mi madre estaba en brazos conmigo tejiendo. Tejió siempre. En las noches colchábamos dentro de la casa alrededor del fuego y junto a mi mamita. ¡Pobre del que no colchara! a ese le pegaba. Y en el día, por las lomas andábamos colchando, corríamos detrás de los chanchos con un rollo de cuelcha en la cabeza.

Inés Contreras Saavedra Nací en Santiago el 8 de enero de 1960. Durante los años 1965 y 1971 realicé mis estudios de enseñanza básica en la escuela pública Nº20 de niñas. En ella encontré dos actividades que me marcaron en la vida, las Artes Plásticas, que me conectan con mis sentimientos, emociones y mis raíces. Y el deporte, el basquetbol con el que canalizo mis energías. Después de rendir la prueba de Aptitud Académica y una prueba Especial de Arte satisfactoriamente, ingresé a la Facultad de Arte de la Universidad de Chile, licenciatura en Artes Plásticas, en 1978. Ahí cursé los ramos de: dibujo académico; introducción al color y pintura; introducción a la escultura; historia del arte; estética del arte; dibujo geométrico; estética del cine y tapicería mural. Ya en segundo año tomé la especialidad de Cerámica, con ella ramos de construcción de moldes, química aplicada a pastas, barnices, esmaltes cerámicos y composición aplicada. Durante mi periodo como estudiante participé en dos exposiciones colectivas con mis esculturas en cerámica. Una en el museo de Arte Contemporáneo de Santiago y otra en el Museo de Seúl Corea. Posteriormente egresé el año 1983. Entre los años 1984 y 1988 ejerzo profesionalmente de monitora en la capacitación de artesanía en cerámica, a través de organizaciones como CORPRIDE y CIDERE Valparaíso, para Becas SENCE, en las municipalidades de Las Condes; Machalí; Olmué; Cauquenes y Conchalí. Entre los años 1989 y 1990 vuelvo a la universidad para realizar mi proyecto de título y dar mi examen de grado, obteniendo así el título profesional de Artífice con mención en Cerámica. El año 1990 junto con mi título recibo la llegada de Sofía, mi hija, junto a mi compañero de vida, Oscar. El año 2013 a través de mi compañera Margarita, me enteré de la venta de un terreno en Chequen comuna de Ninhue. Interesados por obtener nuestra casa propia, viajamos a conocer. Admirados del entorno de sus cerros, su paisaje, de su sencillez y tranquilidad decidimos comprar para venirnos a vivir. A través del subsidio de clase media construimos nuestra casa. A comienzos del 2019 llegamos a instalarnos con nuestros perritos. Instalados en Chequen comenzamos nuestra adaptación al cambio, teniendo que enfrentar las vicisitudes de la vida rural; conectividad, incendios, escasez de agua, integrarse a la comunidad. Y mi mayor desafío es mantener y proyectar la realización de la cerámica en su forma más artesanal aprovechando el abundante recurso de la zona. En mi integración a esta nueva vida, formo parte de la directiva de la agrupación de mujeres; “Rositas de Chequen” que con entusiasmo y empuje busca tener un desarrollo integral como mujeres. Apoyadas en programas municipales, regionales y de la U. de Concepción, se ha obtenido financiamiento para capacitaciones y realizaciones de proyectos. Así es como espero ser un aporte a esta nueva vida y ayudar al desarrollo de nuestra comunidad.

Carmen Malverde San Martín soy de la comunidad de Agua Fría. Con el afán y la necesidad de llevar una mejor calidad de vida a mi comunidad, empecé a los 20 años a participar en la junta de vecinos, primero como socia y luego como dirigente. Uno de los primeros proyectos en el cual lideré a la comunidad fue el año 2005 en la instalación de Torres metálicas para acumular agua e impulsarla hacia las viviendas, Posteriormente en el año 2008 creamos el “Comité de agua y adelanto, Agua Fría”. En esta organización se concretan algunos proyectos tales como; los refugios peatonales y la sede comunitaria para el sector. Hoy en el año 2025, con trabajo de más de una década, estamos en la etapa de licitación pública para construir nuestro sistema de agua potable rural. Con un trabajo del más alto nivel, no solo en la construcción de la obra sino también en el buen uso del recurso, anhelamos ser un ejemplo de verdadero desarrollo de un sector rural y ser humildemente un modelo para las demás comunidades de nuestro Ninhue. Siempre es difícil escribir sobre uno misma, sin embargo, creo que lo que me ha movido estos años ha sido llevar una mejor calidad de vida a mis vecinos.

Carmen Sanhueza Gutiérrez Dirijo el comité de las colchanderas de Ninhue, ¡Señora presidenta me llaman! Aunque no me gusta que me digan así.Todas las que participamos del comité sabemos la importancia de la cuelcha en la economía familiar, por eso una vez al mes realizamos las reuniones, ya somos mas de cuarenta socias.A mí siempre me ha gustado participar con la gente, me sirve para salir de la casa y de la rutina. Y lo bueno es que mi familia me apoya, porque ocupo mucho tiempo como dirigenta del Comité. Llamo a las socias para que vayan a reunión, me preocupo que se cumplan todos los compromisos que tenemos. Ademas tenemos personalidad jurídica y por primera vez nos ganamos un proyecto para comprar tintura, con la que teñiremos la paja de color verde y lila. Algunas de las socias tienen el reconocimiento de “Chile Artesanías”. Nuestra principal vitrina es la “Fiesta de la Chupalla”, en donde participa nuestro comité. Ademas tenemos la esperanza que la cuelcha pueda valer mas, porque lamnetablemente nos estan pagando muy poco.La Municipalidad nos apoya con la siembra del trigo, de donde se obtiene la materia prima para nuestras cuelchas. Esto ha permitido recuperar la tradición que se había perdido, como lo es la “Bendición del trigo”, la que consiste un sacerdote bendice el la siembra de trigo y la comunidad, adorna una cruz de madera con muchas flores, después de la bendión la gente baila cueca alrededor y se reparten roscas, mistelas y otras comidas para celebrar.Antes el comité cada socia vendía las cuelchas en sus casas, ahora el comité nos ayuda a vender, tenemos un whatsap con los chupalleros el que nos sirve para aviserles cuando tenemos cuelchas. Nosotras estamos dispersas por toda la comuna, por lo tanto, los chupalleroa van a buscar la cuelcha al lugar que sea. Que lindo hubiese sido que en los tiempos en donde estaba mi mamá, hubiese sido el comité para que hubiesen sido beneficiadas, antes se veía mucha necesidad, y el colchar servía para adquirir recursos para la familia. Hoy en día las que integramos el comité, debemos sentirnos orgullosas, bendecidas y beneficiadas.

María Olivia Brito Rojas, tengo 66 años, soy madre de tres hijos y orgullosa abuela de tres nietos. Actualmente soy dueña de casa y artesana, desde muy joven encontré en la artesanía no solo una fuente de sustento, sino también una forma de vida que me ha acompañado por más de cuatro décadas. Mi camino en este oficio comenzó en 1981, inspirada y guiada por dos vecinas colchanderas que me enseñaron con generosidad a trenzar la paja de trigo para elaborar la tradicional cuelcha y, más tarde, a coser a mano mis primeros productos. Lo que inició como una curiosidad se transformó en una pasión y en la base de mi trabajo, que hasta el día de hoy continúa dando frutos. Gracias a la artesanía he tenido la oportunidad de crecer como persona y compartir mis saberes con otros. He visitado colegios, donde enseño a los niños y niñas cómo se trenza la paja de trigo, y diferentes universidades de Chillán, donde he transmitido parte de mis conocimientos. También he participado en diferentes medios de comunicación, difundiendo la importancia de preservar estas tradiciones.Uno de los momentos más significativos como artesana fue viajar a Buenos Aires, Argentina, junto a compañeros artesanos, chupalleros, bordadoras y el alcalde Luis Molina Melo, en una experiencia inolvidable que nos permitió mostrar nuestra cultura más allá de las fronteras. Asimismo, he sido parte de diversas ferias y exposiciones, entre ellas la Feria Internacional de la Universidad Católica y la feria de Casa Costanera, llevando conmigo siempre el orgullo de representar mi tierra. Hoy, tengo el honor de ser reconocida como “Guardiana de Tintes Naturales” por la revista Oficios y Saberes del Campo, debido a mi técnica de teñir productos de cuelcha como individuales, sombreros, aros, entre otros. Además, por mi trayectoria y antigüedad en la Asociación de Chupalleros, soy anfitriona en el Museo Vivo Artenin, un espacio donde la historia y el oficio de Ninhue se mantienen vivos. La artesanía para mí significa todo: me permitió salir adelante, sostener a mi familia y crecer como mujer y como artesana. Mi trabajo no se limita a la cuelcha en paja de trigo, también elaboro piezas en pita, tejidos a crochet, palillos y otras técnicas que me han acompañado en este largo camino. Mi mayor anhelo es convertirme, si Dios lo permite, en la segunda mujer chupallera de Ninhue, un sueño por el que sigo trabajando con dedicación y esperanza.

María Inés Romero Profesora de Filosofía, Licenciada en Educación, egresada de la Universidad de Concepción en 1998, es también Magíster en Orientación Educacional y Vocacional. Casada, madre de dos hijos, un varón y una niña, nació en Cauquenes el 04 de julio de 1975, en el seno de una familia con un profundo arraigo en el mundo agrícola de nuestra comuna; así, como legítima continuadora de esta herencia familiar, ha permanecido muy cercana a la tierra que la vio crecer, aportando por medio de su labor profesional a la formación personal y académica de muchas generaciones de estudiantes de la comuna de Ninhue. Hija del matrimonio formado por doña Ofelia Martínez Urrutia y don Manuel Romero Toledo, vecinos del sector de Talhuán; ellos constituyen el mejor ejemplo de perseverancia, altruismo y compromiso, valores que marcaron el camino que la llevó a considerar la pedagogía como la mejor forma de transformar positivamente el futuro de las nuevas generaciones. Desde niña, la Profesora María Inés demostró un gran interés por la literatura, la historia y las ciencias, tuvo un buen desempeño académico y participó en diversas actividades artísticas y culturales como estudiante en Enseñanza Básica y Media. Actualmente se desempeña como Profesora de Filosofía y Orientadora del Liceo Bicentenario de Excelencia Arturo Prat Chacón; además, es la responsable de otros diversos programas, proyectos y actividades, entre ellos: coordina el Programa PACE para el acceso equitativo a la educación superior, también el trabajo con fundaciones nacionales e internacionales que becan a estudiantes vulnerables de la comuna, cumple funciones como asesora del Centro General de Padres y Apoderados del Liceo, y es integrante del Consejo de Desarrollo Local.La entrega y el compromiso con que realiza sus funciones son un claro ejemplo del aporte profesional y personal de los hijos de esta tierra a su comuna. La frase “mi vida es Ninhue” refleja fielmente esta aseveración, y sirva de ejemplo lo siguiente: durante el año 2012 vivió una situación límite, en la que estuvo en peligro su vida; ello como consecuencia de una cardiopatía congénita que tuvo como consecuencia una intervención quirúrgica mayor de urgencia en el Hospital Regional de Concepción. Como es de rigor, el servicio hospitalario solicitó donantes de sangre, y, en esa ocasión, de manera espontánea, muchos estudiantes, apoderados y funcionarios del Liceo no dudaron en colaborar al punto de que el equipo de salud estaba sorprendido con la cantidad de personas que aportaron, ya que eran muchas más de las que se solicitaban, pudo recuperarse satisfactoriamente y, desde esa instancia, con más convicción que antes, mantiene muy presente y activo el compromiso con su comunidad, la vocación de servicio y el interés por colaborar con el desarrollo de todos sus estudiantes, teniendo siempre presente que la empatía y la solidaridad constituyen la evidencia más sublime de afecto entre los seres humanos.

Marina Espinoza Sepúlveda, tengo 68 años Nací en Cobquecura, soy la mayor de 8 hermanos. Estudie la enseñanza básica en la escuela La Achira, la educación media en el liceo de Portezuelo. Me capacite para hacer clases de alfabetización para adultos, también me capacite como monitora de salud, después postule al curso de auxiliar paramédico, los costos fueron pagados por una beca de la congregación norteamericana Merinon, obteniendo el titulo el año 1983. Mi primer trabajo fue en la municipalidad de Cobquecura, posteriormente en la Posta de Los Remates en Quirihue. La dirección del Hospital de Quirihue me ofrece venir a Ninhue, debo reconocer que lo acepte con mucho agrado, había mucho trabajo por hacer, éramos dos auxiliares paramédicos, yo siendo joven tenía mucha energía y tomaba turnos de llamada en la noche, controles de niño sano, vacunas y entrega de leche, colaborando en la entrega de medicamentos, curaciones, tratamientos inyectables. No había ambulancia, teléfono, ni oxígeno, cuando se presentaba una urgencia teníamos que pedirle a algún vecino dueño de vehículo, que nos trasladara el paciente al hospital. Cuando se realizó el traspaso de salud al municipio, mejoraron las condiciones laborales con la llegada de más funcionarios. En mi etapa de trabajo tuve la oportunidad de estudiar Técnico de Nivel Superior de Enfermería. Hoy estoy retirada, fue muy gratificante entregar mi vida al trabajo, porque amo servir a la comunidad.

Janette Fuentealba Fuentealba, tengo 54 años.

La enseñanza básica estudie en la escuela Rosario Chacón de Hualte. Con el paso del tiempo vuelvo al mismo colegio como apoderada, fui elegida presidenta del centro de padres. Una vez terminada la enseñanza básica mis hijos estudian en el Liceo Arturo Prat de Ninhue donde también soy elegida presidenta del centro de padres. En la década de los años 90 colaboro en la creación del comité de agua potable El Espino de Hualte, del que soy presidenta por 25 años. Debido a la necesidad del vital elemento hemos postulado a diferentes fondos de financiamiento para mejorar la captación y las redes.

Dentro de mis actividades esta el ser Coordinadora de la comunidad católica del sector, apoyando a la juventud como catequista. Servir a las personas me hace feliz y llena mi espíritu

Luisa Quijada Fernández, es una reconocida artesa de actualmente 84 años. Nació en Buenos Aires, Portezuelo, sus padres Antonio Quijada y Elba Fernández, creció junto a sus hermanas y hermanos. Desde pequeña le llamo la atención lo relacionado a las manualidades comenzó a tejer aproximadamente a los 12 años, año en el cual tejió su primera chalina que fue vendida por su madre a un vecino del sector, este hecho fue el que desencadeno su cariño hacia este tipo de trabajos. Luisa Quijada se casó en su adolescencia con Juan Sebastián Tapia, con quien tuvo 3 hijos de los cuales 2 fallecieron durante la infancia. Además, crio al hijo de su esposo como hijo propio y cuido al hijo de una amiga desde los 2 años hasta los 12 aproximadamente quien hasta el día de hoy la quiere como una segunda mamá. A los 30 años fue invitada por su vecina Toyita a formar parte del centro de madres, en donde aprendió a desarrollar diversas manualidades, sin embargo, el hecho más importante fue que por medio de esta agrupación conoció a la Sra. Carmen Benavente quien la invito a participar de un taller de bordado formado por mujeres de la comuna de Ninhue. Al aprender el arte del bordado pudo realizar su primer cuadro de 25 x 35 cm el cual fue exportado a Estados Unidos, en donde fue vendido generando sus propias ganancias, con el tiempo comenzó a realizar más cuadros y a bordar figuras de animalitos con los recursos obtenidos junto a los ingresos de su marido lograron comprar un terreno. Con el tiempo el bordado se transformó en una herramienta clave para sostener su hogar y criar a sus hijos.Actualmente a sus 84 años vive en Cerro Ninhue en el terreno que el bordado ayudo a financiar, ya no borda con la misma frecuencia que lo hacia en su juventud, sin embargo, sigue realizando trabajos de forma más esporádica sin perder el contacto con lo que más le apasiona. Sus trabajos en lana, sigue rodeada del amor y memorias que hay en sus trabajos tejidos con esfuerzo cariño y la esencia única que la caracteriza. Como parte del legado que le ha permitido dejar el bordado sigue formando parte de la agrupación de bordadoras Carmen Benavente, junto a sus colegas de casi toda la vida, quienes más que colegas se han convertido en amigas y compañeras de vida, hoy en día se reúnen una vez a la semana y exhiben sus trabajos en el Museo Vivo Artenin. La Sra. Luisa es un gran orgullo para su familia, es símbolo de esfuerzo, creatividad y resiliencia femenina.

Miriam Espinoza Cuitiño 67 años, escritora que ha encantado a niños con su prosa, narrativa y poesia, ha publicado 13 libros de poemas y cuentos. Ha sido invitada a varios paises como; Estados Unidos, Argentina, Perú, Bolivia y Mexico.

Realiza charlas motivacionales en Universidades, relatando con mucho orgullo su historia de esfuerzo y sacrificio para lograr las metas que se propuso, cuando descubrió que quería contar su mirada del mundo por medio de las letras.

En la actualidad es delegada de COV Rincon Internacional con sede en Miami. Su obra ha sido publicada en múltiples antologías tanto nacionales como internacionales.

Magdalena Domínguez Espinoza, tengo 85 años, soy viuda, tengo un hijo y tres nietos. Mi vida ha sido muy sacrificada, comencé a trabajar desde los 15 años en Chimilto, fui asesora de hogar, pero el trabajo donde estuve más años fue como manipuladora del colegio que actualmente se llama Glorias Navales, allí trabajé 37 años, que a pesar de ser muy sacrificados me llenaron el alma. Hasta hoy disfruto del cariño de los estudiantes que cada vez que me ven me saludan y agradecen los gestos de reemplazar a su familia durante la semana. El trabajo de manipuladora puede verse muy sencillo, pero requiere de amor y dedicación, para hacer que los estudiantes sientan el calor de hogar en cada alimento que reciban .Hoy estoy pensionada, vivo tranquila, disfrutando de la vida, pertenezco a un grupo de adulto mayor, a un conjunto folclórico de adultos mayores. todos mis días los vivo al máximo, disfrutando a concho Gracias a Dios.

Olguita Vera Espinoza, soy soltera sin hijos, mi madre es María Espinoza.

Aprendí desde muy pequeña a servir a las personas, siempre fue mi vocación ayudar a mis semejantes. Actualmente soy presidenta del club de adulto mayor Los Años Dorados de Ninhue, integrado por 50 socios.

Tengo 25 años en el área del adulto mayor. Además, he cuidado a mi madre que actualmente tiene 96 años, esto me hace muy feliz. Colaboro constantemente en trámites que los adultos no saben cómo realizar, ayudas sociales etc. Cada servicio que puedo realizar me hace sentir realizada

He crecido como persona, con las experiencias de los adultos. Para mí la mejor Universidad es la vida misma.

Marcela Parra Domínguez Tengo 32 años, soy hija de artesanos de la paja de trigo: mi madre, colchandera, y mi padre, chupallero, ambos con más de 50 años de experiencia heredada de sus propios padres Desde niña me involucré en este oficio, acompañando a mi familia en todo el proceso, desde la siembra del trigo colorado hasta la cosecha que nos entrega la paja, materia prima fundamental. A los 5 años comencé a colchar, aprendiendo la tradicional cuelcha de cuatro pajas, base para la confección de las emblemáticas chupallas.Con el paso de los años fui perfeccionando mis conocimientos en la elaboración de chupallas, ya que mi padre tenía importantes entregas y el trabajo siempre se realizaba en familia. Paralelamente, me formé profesionalmente como Ingeniera Comercial en la Universidad del Bío-Bío, lo que me permitió unir mi vocación artesanal con herramientas de gestión. Tras titularme, trabajé en la Cooperativa de Artesanos de Ninhue como gestora comercial, impulsando alianzas estratégicas y visibilizando con mayor fuerza la artesanía en paja de trigo.Soy parte activa de la Agrupación de Colchanderas del Itata, espacio en el que he crecido como artesana, aprendiendo nuevas técnicas de trenzado, creando productos innovadores y compartiendo experiencias con maestras que resguardan este valioso patrimonio. En 2021 obtuve el Sello de Excelencia en Artesanía con la pieza Trenzado Castellano, reconocimiento que destacó la innovación aplicada a un oficio ancestral. Posteriormente, en 2024 recibí un reconocimiento a nivel latinoamericano, y en 2025 tuve el honor de convertirme en la primera ninhuana en participar en la Bienal de Arte Contemporáneo de París, uno de los encuentros más importantes de artesanía a nivel mundial. Actualmente, me desempeño como encargada de Cultura y Turismo de la Municipalidad de Ninhue, donde mi labor se centra en apoyar a los artesanos y promover el desarrollo del sector turístico, contribuyendo a proyectar nuestra identidad local hacia Chile y el mundo.

María Eufemia Ortiz Caro, tengo 86 años.Mi infancia pertenece al sector de Chimiltito, hija de padres campesinos. Creo que el primer chispazo de mi futuro fue el conocer las primeras letras y como me invitaban a conocer el mundo, en una pequeña escuela rural, a la cual asistía caminando como miles de niños y niñas de ese tiempo .Gracias a Dios pude terminar estudios técnicos en corte y confección, lo que me sirvió para aplicar en la asignatura de técnico manual al ejercer como maestra. El ser docente fue algo que amé mucho y que me mantuvo motivada hasta los últimos años de ejercicio, por ello estudiaba en las vacaciones de verano, para mantener actualizados los conocimientos y enseñar mejor a los estudiantes. La confección de volatines, tejer y un sin número de trabajos con las manos me permitió junto a los estudiantes en ese tiempo, mantener viva algunas tradiciones que hoy poco resuenan en la cultura de los jóvenes. Otra actividad es mi colaboración con la iglesia católica en Ninhue. A través de la oración y el estudio de Dios, he tenido la oportunidad de misionar, guiar y formar jóvenes en los sacramentos que postula la doctrina de la Iglesia Católica. Tratando de hacer visible el rol social de Iglesia en las comunidades cristianas. Desde el Sacerdote Gustavo Grandón, hasta René Gómez y muchos otros. Para finalizar solo quiero mencionar que he podido gracias a Dios y mi esfuerzo alcanzar mis sueños, que para mí son importantes y que son testimonio de la determinación y los objetivos fijados. Con un profundo amor por lo que hice, no solo en la sala de clases, sino también el mensaje evangelizador de la Iglesia Católica.

Verónica Fuentes Cartes, tengo 58 años, vivo en el sector de Pangue comuna de Ninhue.

Soy una mujer campesina, emprendedora y dirigente social. Amo la vida al aire libre, la naturaleza y la simpleza del campo y mis animales.

Soy presidenta del comité de agua potable rural de Pangue, tesorera de la Cámara de Turismo de Ninhue.

Como emprendedora trabajo en agro procesados, mermeladas, conservas y pastas caseras, todos productos sanos, creados con mucho cariño. Gracias a este trabajo puedo tener independencia económica y disponer de tiempo para el trabajo en las organizaciones sociales.

Me considero una mujer feliz y realizada.

Verónica Malverde Parra, nací el 20 de agosto de 1965 en Ninhue. Orgullosamente mamá de una hija, realicé mis estudios básicos en la escuela de Pangue. Posteriormente me trasladé a Santiago, donde trabajé durante 20 años. Hace 12 años regresé a Ninhue, donde comencé a integrarme como socia en una junta de vecinos y a participar en diversos talleres.

El año 2015 fui elegida presidenta de la Unión Comunal de Mujeres de Ninhue, cargo que desempeñó hasta la actualidad con gran satisfacción, logrando posesionarnos como una agrupación que trabaja para mejorar la calidad de vida de sus asociadas. Además, formo parte de la directiva de la Junta de vecinos La Posta, Taller de cultura y manualidades Los Naranjos y otras agrupaciones sociales y productivas de la comuna, lo que me llena de alegría, ya que siempre me ha gustado ayudar a los demás.

Roció Hizmeri Fernández Nací en Quirihue el 24 de noviembre de 1989, pero fue en Ninhue donde crecí y donde aprendí los valores que me acompañan hasta hoy: el esfuerzo, la solidaridad y el compromiso con los demás. Soy hija de Carlos Hizmeri, carnicero de oficio, y de Gloria Fernández Fonseca, dueña de casa y, posteriormente, madre viuda, quien con un esfuerzo incansable me sacó adelante. Todo lo que he logrado en mi vida es fruto de su dedicación y amor. Hice mi enseñanza básica en la Escuela Glorias Navales de Ninhue y la media en Chillán. En 2009 ingresé a estudiar Derecho en la Universidad de Concepción, donde me licencié en Ciencias Jurídicas. Allí descubrí mi vocación social y política. En 2011 ingresé a las Juventudes Comunistas, impulsada por el deseo de justicia e igualdad. Fui dirigenta estudiantil en las movilizaciones por una educación gratuita y de calidad, en un tiempo en que nos decían que era imposible. Hoy, esa lucha es una realidad: el 81% de los es... Al terminar mis estudios, ejercí como abogada independiente, principalmente en derecho de familia y civil, ayudando a mujeres víctimas de violencia. Dirigí la Asociación de Abogadas Feministas de Ñuble (ABOFEM), donde entregamos asesoría gratuita a cientos de mujeres que lo necesitaban.
En 2021 fui propuesta como candidata a la Convención Constitucional, siendo la única candidata feminista de Ñuble. Ese paso marcó mi trayectoria y reafirmó mi compromiso con la justicia social y los derechos de las mujeres.
Desde el 11 de marzo de 2022 ejerzo como Delegada Presidencial de la Provincia de Punilla, gracias a la confianza del Presidente Gabriel Boric. Este rol me ha permitido trabajar en seguridad, emergencias y desarrollo social, siempre con una mirada humana y cercana a las comunidades.
Soy madre de Amparo, una niña de siete años que es mi mayor orgullo y mi motor diario. En cada espacio donde estoy, digo con orgullo: “Soy de Ninhue”. Porque mis raíces me han enseñado a comprender las necesidades reales de la gente y me impulsan a seguir luchando por un Chile más justo, igualitario y solidario.

Yaravi Rivas Cortés nacida en Ninhue me crié en un sector rural, alejado del pueblo, junto a mis papás y mis dos hermanas. La pasión por el fútbol siempre estuvo en mí, desde pequeña siempre jugué con mi hermana menor y varias veces con amigos y vecinos del solía ir a la cancha y jugar con los chicos del sector.En el colegio Glorias Navales lamentablemente no había equipo de fútbol femenino, pero apareció una oportunidad de jugar y representar a la comuna de Ninhue en competencias escolares, esta oportunidad vino de la escuela Talhuan que solicitaron dos chicas de refuerzo para el equipo que debía participar en campeonatos provinciales y regionales de fútbol escolar. Con el equipo logramos ganar 2 veces el campeonato regional (en ese entonces Ñuble aún pertenecía a la región del Bío bio) de fútbol femenino escolar en los años 2011 y 2012. Al salir de la enseñanza media tenía 2 objetivos claros en mi mente, estudiar y llegar a ser jugadora profesional de fútbol. En parte logré mis objetivos entre a la universidad y fui a pruebas de jugadoras del club Universidad de Concepción (equipo profesional de fútbol femenino), en ese entonces no fui seleccionada para ser parte del equipo, pero no me rendí en relación al fútbol, busqué equipo y estuve todo ese año jugando en un equipo de barrio de Concepción y en el club deportes Concepción que en ese tiempo no tenía rama profesional (jugábamos campeonatos municipales).Al llegar el año siguiente el 2018 fui nuevamente a pruebas del club universidad de Concepción esta vez fui seleccionada en el plantel adulto de fútbol femenino profesional, en este equipo logré jugar en el campeonato de primera división de fútbol femenino, compartí camarín con grandes jugadoras, varias de ellas actualmente seleccionadas nacionales y tuve de DT a quien fue entrenador de universidad de chile femenino Y actualmente es el entrenador de Huachipato femenino, el profesor Nilson Concha. participan estudiantes de la U de C, estos participan en el campeonato regional y por posterior clasificación pueden jugar el nacional de fútbol universitario. Luego por motivos relacionados a la pandemia me fui del equipo profesional de U de C y de la ciudad de Concepción. Al estar saliendo de la pandemia jugué con equipos de la zona y jugué un año con el equipo femenino de San Nicolas en donde logramos jugar y ganar múltiples campeonatos, incluso viajar al extranjero a jugar, fuimos a Argentina a jugar un cuadrangular de fútbol. Al pasar los años volví a jugar fútbol profesional en el año 2023 en donde fui a las pruebas de Ñublense femenino y me seleccionaron, jugué el campeonato del ascenso femenino ese año. Al terminar el campeonato me fui a Huachipato femenino debido a que volvía a Concepción a estudiar y por ende no podía seguir en Ñublense por temas de distancia y tiempo.

Rosa Domínguez Sanhueza Tiene 59 años, desde los cinco años, aprendió el oficio de la paja de trigo como parte de una tradición familiar. Cada noche, su madre reunía a los hijos junto al fuego para enseñarles a trenzar. Al principio lo hacían con desgano, pues preferían jugar, pero pronto comprendieron el valor de aquel aprendizaje: gracias a las cuelchas pudieron costear útiles escolares, y Rosa recuerda con especial orgullo que con la venta de sus primeras piezas logró comprarse una mochila. Los veranos estaban marcados por la cosecha. En familia y junto a los vecinos, de madrugada preparaban manojos de paja y al mediodía la golpeaban con madera para extraer el grano. Luego seguía el despitonado, proceso que dejaba la paja lista para colchar durante el invierno. Ese ciclo de trabajo comunitario cimentó en ella un profundo vínculo con la tierra y con el oficio artesanal. Junto a su esposo, ha dedicado su vida a la artesanía en paja de trigo, participando desde jóvenes en diversas ferias, principalmente con la elaboración de chupallas, aunque siempre con la inquietud de innovar en nuevos productos. Desde hace seis años integra la Agrupación de Colchanderas del Itata, con quienes desarrolló una colección de carteras en colaboración con Fundación Artesanías de Chile, logrando que sus creaciones llegaran incluso a las vitrinas de Falabella. El año 2022 marcó un hito en su trayectoria: impartió talleres de cuelcha a estudiantes de cuarto básico de la Escuela Gloria Navales y obtuvo mención honrosa en el Sello de Excelencia Artesanía. En 2024 cursó un Diplomado en Formación Pedagógica de Artesanas, experiencia que le permitió seguir creciendo en lo personal y profesional. Hoy, Rosa continúa participando activamente en ferias y espacios culturales, orgullosa de mantener vivo este oficio que enlaza tradición, identidad y creatividad, y de transmitirlo con dedicación a las nuevas generaciones.

Yessica Seguel Jiménez, nací el 04 de abril de 1978 en Chillán y actualmente trabajo en la comuna de Ninhue. Siempre tuve una vocación profunda por la educación ya que mis padres también son profesores y gracias a su ejemplo y dedicación me motivó a estudiar pedagogía en educación básica y luego educación diferencial para tener más herramientas para enseñar a mis estudiantes, sobre todo a los que necesitaban más apoyo. A lo largo de mis 20 años de carrera docente en esta comuna, me he dedicado con compromiso y sensibilidad a la enseñanza de estudiantes con Necesidades Educativas Especiales, contribuyendo activamente a una educación más inclusiva y equitativa para nuestra comunidad. Para tener más herramientas para la formación de mis estudiantes, es que seguí perfeccionándome hasta llegar al grado de doctora en educación, grado que me sirvió para la enseñanza de nuevas generaciones de Psicopedagogas en la Universidad de Aconcagua, en donde llegué a ser jefe de carrera. Actualmente me desempeño como docente y coordinadora del programa de integración del liceo Bicentenario Arturo Prat Chacón en donde continúo mi misión de transformar vidas en lo académico, pero también en lo personal, sabiendo que una palabra de aliento o una mirada de comprensión pueden cambiar vidas y lograr así una sociedad más respetuosa e inclusiva. Además de mi labor profesional, también soy promotora de la cultura local, formando parte del conjunto folclórico Renaceres de Ninhue, en donde a través de la música y el baile, se mantienen vivas las raíces y tradiciones de nuestra tierra.

Sandra Castillo Jiménez, tengo 52 años, nacida en cauquenes, séptima región del maule, estudie básica y media en esa ciudad, después estudios superiores en la ciudad de Talca, auxiliar paramédico y enfermería, instituto del maule. En el primer año de terminado mi carrera me inicie trabajando en el hospital de cauquenes, unidad de medicina de ese hospital, también trabaje en urgencia y vacunatorio del mismo hospital. También me desempeñe un año en Cobquecura consultorio y posta rural a cargo del establecimiento posta rural Colmuyao . Me traslade a Ninhue en el año 1995 a la posta rincón, mediante concurso público, donde a cargo de la posta rural el rincón, comuna de Ninhue, a los años siguientes nuevamente estudie en el instituto valle central …Felizmente casada y con una hija de 23 años, la cual aún estudia Por 29 años me desempeño en la posta rincón como técnico de nivel superior de enfermería y podóloga ... Me gusta mucho lo que hago, no me arrepiento de haber estudiado esta carrera y además siento una satisfacción personal de trabajar en el sector con personas de sector rural, me gusta ayudar, y escuchar sus problemas y poder resolver al máximo lo que ellos necesiten Siento que el cariño es mutuo y nuestro respeto hacia ellos, estoy feliz Mi rol en la posta abarca muchos programas, me desempeño realizando múltiples activades en mi unidad y además visitas en terreno visitando directamente a nuestros pacientes y familias Me desempeño directamente en atenciones de salud en la posta rincón y trabajo con grupos de adultos mayores, talleres de mujeres, y actualmente soy secretaria de JJVV El Rincón y ayudo a presentar proyectos que van en beneficio de mi comunidad

Yolanda González Yébenes, tengo 63 años. Nacida en Portezuelo, mis estudios básicos los realicé en Cucha Urrejola, la enseñanza media en el liceo parroquial de la misma comuna, de ahí viene el interés por participar en las directivas de las organizaciones, más tarde me trasladé a Chillan a estudiar Técnico en enfermería. A través de un concurso obtuve un cupo en el hospital de Quirihue, desde ahí me trasladan a la posta El Sauce de Ninhue el 1 de febrero de 1984. Desde entonces estoy al servicio de la comunidad de Hualte y Peñaflor. Empecé a formar parte de las organizaciones sociales del sector y luego a crear grupos de adultos mayores en Hualte, Peñaflor y Pangue. La última organización que contribuí a su constitución es la Agrupación de Mujeres Las Palomitas, de la que soy presidenta hace 15 años. Además, coordinadora de la comunidad católica de Peñaflor con 10 años en el cargo. El servir a los demás es una herencia que aprendí de mis padres

Tegualda Medina Medina tengo 60 años, soy santiguadora, nací el 10 de noviembre de 1964 en la comuna de Ninhue, específicamente en el sector de La Isla. Soy la mayor de seis hermanos y crecí en un hogar humilde. A lo largo de mi vida, he enfrentado desafíos que me han enseñado el valor del esfuerzo y la perseverancia. En busca de mejores oportunidades, me establecí en la zona urbana de Ninhue, donde crie sola a mis tres hijas. Mi vida ha estado marcada por sacrificios, pero también por la satisfacción de ver crecer a mis hijas, quienes son hoy motivo de gran orgullo para mí. Mi oficio, aunque no lucrativo, ha sido una parte fundamental de mi identidad, complementándose con trabajos en otras áreas, como la cocina. Cuando tenía 14 años, participé en un retiro organizado por un obispo en San Fabián. Fue allí donde aprendí a santiguar, una práctica que ha formado parte de mi vida desde entonces. Este retiro fue una experiencia profundamente significativa, ya que reforzó mi fe y mi conexión con las tradiciones espirituales. Desde entonces, he santiguado a personas que buscan alivio o apoyo espiritual, una actividad que realizo con dedicación y respeto. Aunque nunca he difundido públicamente mi trabajo, quienes me necesitan logran contactarme, siempre estoy dispuesta a ayudar, ya sea en persona o a distancia. Mi oficio de santiguar es una práctica que conecta profundamente con las tradiciones culturales y espirituales de mi comunidad. Es un conocimiento transmitido de generación en generación que, aunque sencillo, lleva consigo un significado histórico, cultural y emocional. Esta actividad refleja las raíces espirituales de nuestra región y su vínculo con las creencias populares, mezclando fe, costumbres y una conexión con la naturaleza y la comunidad.

Sara Larenas Barrera Artesana con más 50 años de experiencia en la artesanía en paja de trigo, aprendió por tradición familiar el oficio a la edad de 8 años. Su primer acercamiento al trenzado de la paja ocurre en su entorno cotidiano junto a su madre. La primera cuelcha que aprende a trenzar es la denominada “siete pajas”, a través de las enseñanzas de su madre y la observación a sus hermanos. Este tipo de cuelcha es utilizada para la confección de sombreros llamados “huertera”. A la edad de 14 años aprende a utilizar la máquina de coser por medio de la observación a su hermano mayor. Según su relato, tomaba a escondidas la materia prima de su hermano para coser en la máquina y luego lo destruía por temor a ser reprendida. HOY ES LA UNICA MUJER ARTESANA CHUPALLERA DE LA COMUNA DE NINHUE A los 15 años, habiendo perfeccionado el oficio durante un tiempo, empieza a comercializar sus productos en el Mercado de Chillán. Durante más de cuatro décadas debió trasladarse todos los viernes de madrugada para llegar a la ciudad a vender sus chupallas y sombreros a comerciantes locales y de otras zonas del país. Actualmente, sigue trasmitiendo orgullosa sus saberes a sus nietos.

Ubicación

Radio Ninhue se encuentra en el corazón de Ninhue, ofreciendo un espacio para la música y noticias locales.

Dirección

Calle Principal 123, Ninhue

Horario

Lunes a Viernes